Das Haus
Esta amaneciendo y yo aun no termino mi café,
me desconcentre leyendo.
Enciendo un cigarrillo y pienso,
en voz baja,
con mi conciencia aturdida de ser.
Voy masticando las ganas del descanso,
esperando que entre claridad por esa ventana
vieja y lastimada...
Ya me acostumbre a no dormir de noche,
ya me acostumbre a la soledad,
Soledad no tan vacía.
En esta casa somos 5
dos “sin voz”, tres almas perdidas y yo.
no se cansan de aullarle a mi silencio mental.
Ellos…
tan muertos,
Ocupando mi casa
Llena de puertas, gritos y presencias,
Pero vacía al fin.
Las Paredes rotas y húmedas,
techos altos y adornados de arañas,
7 puertas que no llegan a nada,
24 horas de oscuridad,
demasiado Blanca y absoluta frialdad.
Puedo recordar el día que entre por
primera vez
Y el día que no pude
salir.
Me hice cargo de todos.